jueves, 27 de junio de 2013

CONOZCAN LA HISTORIA DE JOSE FRANCISCO D'ANGELO

Cuando tenía escasamente dos años, su papá Francisco “Kiko” D’Ángelo ganaba su primer clásico como entrenador en el Hipódromo La Rinconada con la yegua Landrea y la silla de Juan Vicente Tovar. Fue el Día del Ejército. 

José Francisco D’Ángelo fue creciendo con los éxitos de su padre, quien ganó tres estadísticas en Caracas.
El chamo de 23 años asumió una dura

decisión: dejar la universidad, pero recibió todo el respaldo de Kiko para entrenar ejemplares purasangre de carreras.

Hoy, el progenitor es su asistente y orientador de las mañanas en La Rinconada. El popular “Kikito” venció el pasado fin de semana con Queen Norma y Walla Walla. 
“Estoy muy agradecido de mi equipo de trabajo en la cuadra y de mi papá. También la labor del veterinario Freddy Morales. La gente no se imagina todos los detalles que hay que solventar para ganar una carrera”, dijo ayer en su cuadra. 

Reconoció el respaldo de los propietarios de los equinos: Remy Bakhos, Carlos Hostos, Sarkis El Chem, Eduardo García, Leomar Requena, Iván Brito, Rómulo y Enzo Stanchieri, Grupo 7C, Mauricio Azar y Joaquín Rolo.

Lecciones
El ganador de casi 1.200 carreras como entrenador no duda en estrecharle la mano a su hijo, su sangre, en la faena diaria de La Rinconada. 

“Mi función es tratar de orientarlo, pero siempre le digo que confíe en su feeling y que si actúa con sentido común conseguirá buenos resultados en su profesión”, indicó “Kiko” D’Ángelo.

“Entrenar caballos de carreras es muy difícil porque requiere total dedicación para lograr los frutos. Por eso cada triunfo tiene su historia”.

“Siempre subimos juntos a la pista. Lo que hago es observar. Soy el coach. Cuando está en aprietos, salgo, pero lo está haciendo bien”, concluyó.



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