La información la suministró hace pocos minutos el médico veterinario Fernando Vollbracht quien agregó que el purasangre también mostró un hematoma en la mandíbula, pero allí no hubo fractura.
“Se fracturó el hueso incisivo donde se fijan los dientes superiores con el golpe que se llevó con el aparato. Lo más probable que se le haga un cerclaje que es una fijación por medio de alambres”, dijo.
Entretanto, el entrenador Juan Carlos Ávila aseveró que el caballo será operado mañana por los doctores Carlos Larrazábal y Julio de Jesús Lobo. “Debería estar en reposo unas ocho semanas”, explicó.
Con relación a las críticas que recibió por el retiro del veloz purasangre en el aparato por una supuesta mala intención dijo: “Es una locura pensar eso. Son personas malintencionadas que no verifican primero lo que en realidad pasó. Allí tienen, el caballo está fracturado”, manifestó.
Jorge Prince iba a correr el Clásico “Hylander”, que se disputó en la octava carrera de la jornada y apenas entró en su gatera trató de partir en falso golpeándose fuertemente con la puerta delantera del partidor lo que derivó en su retiro.
Juan Carlos Ávila, entrenador del animal explicó que el caballo debe cuadrarse de último, con tenaza y de inmediato dar la partida porque es indócil dentro de la jaula, también indicó que Jorge Prince dentro del aparato tiene la maña de tratar de morder el pantalón del jinete que tiene a su lado.
Ávila dice que el caballo entró al partidor y que apenas cerraron las puertas traseras, el jinete Alfredo García Paduani cuya cabalgadura salía en el puesto del lado derecho, gritó al Juez de Partidas para advertir que aún no estaba listo, por lo que el entrenador piensa que Jorge Prince confundió el grito con la señal de partida y trató de arrancar estrellándose contra el metal.
El preparador informó que la operación consistirá en tratar de alinear las mandíbulas del caballo con unos alambres quirúrgicos, puesto que el maxilar superior se corrió 2 centímetros de su posición original, sin embargo aclaró que todavía no se ha definido cuanto tiempo deberá estar fuera de acción el caballo.
Ávila finalizó diciendo que a pesar del notable daño físico que ocasionó el golpe, afortunadamente el caballo no ha dejado de comer ni presentado variaciones en su estado anímico
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