
Condujo a la yegua Salamera, la cual venció por pescuezo a la favorita Impossible Mary bajo la silla del otro venezolano: Carlos Olivero. La ganadora vino de atrás por la parte central de la cancha y en los 200 finales emparejó a la puntera para derrotarla en plena sentencia con registro final de 65”4 para los 1.100 metros.
Salamera contó con el entrenamiento del venezolano Rodolfo García y para las selectas y recordadas sedas del stud Tanourín, del empresario Camilo Torbay. El paddock descubierto se llenó por completo de nativos, incluyendo a Alberto Ettedgui; representante de la divisa.
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